Viajar sola: Mi experiencia como mujer mochilera en Chile y por qué deberías hacerlo tú también
- Camila Rojas
- 13 feb
- 4 Min. de lectura

Viajar sola como mujer puede parecer intimidante al principio. Lo sé porque yo también sentí ese miedo la primera vez que me planteé la idea. Pero hoy, después de recorrer Chile de norte a sur con mi mochila al hombro, puedo decirte que ha sido una de las decisiones más liberadoras y enriquecedoras que he tomado en mi vida.
Viajar sola en Chile como mujer
Si estás pensando en emprender una aventura en solitario, pero aún tienes dudas, este artículo es para ti. Aquí te cuento mi experiencia, mis aprendizajes y por qué creo que todas las mujeres deberían viajar solas al menos una vez en la vida.
El primer paso: Vencer el miedo
Recuerdo la primera vez que viajé sola. Fue a San Pedro de Atacama, un lugar que siempre había soñado con visitar. Aunque estaba emocionada, también sentía ese nudo en el estómago que te dice: "¿Y si algo sale mal?". Pero decidí confiar en mí misma y dar el paso. Y, ¿sabes qué? Fue la mejor decisión que pude tomar.
En San Pedro, me alojé en un hostal donde conocí a otros viajeros que, como yo, buscaban explorar el desierto. Juntos, organizamos excursiones a lugares como el Valle de la Luna y las Lagunas Altiplánicas. Esa experiencia me enseñó que, aunque viajes sola, nunca estás realmente sola. Siempre hay gente dispuesta a compartir la aventura contigo.
Consejos prácticos para viajar sola
Viajar sola como mujer requiere cierta preparación, pero no tiene por qué ser complicado. Aquí te dejo algunos consejos que me han servido a mí:
Investiga antes de ir: Antes de llegar a un nuevo destino, investigo sobre los lugares seguros para alojarme, los medios de transporte y las zonas que debo evitar. En Chile, por ejemplo, siempre me siento segura en ciudades como Valparaíso y Puerto Varas, pero siempre es bueno estar informada.
Confía en tu instinto: Si algo no me parece bien, no lo hago. Aprendí a escuchar mi intuición y a decir "no" cuando es necesario. Una vez, en Santiago, un taxista me ofreció llevarme a un precio muy bajo, pero algo en su actitud no me convenció. Decidí tomar un Uber en su lugar, y fue la decisión correcta.
Haz conexiones, pero mantén precaución: Una de las cosas más bonitas de viajar sola es la oportunidad de conocer gente nueva. En la Patagonia Chilena, por ejemplo, conocí a un grupo de viajeros con quienes compartí un asado inolvidable. Sin embargo, siempre mantengo cierta precaución y evito compartir detalles personales con personas que acabo de conocer.
Lleva lo esencial: Mi mochila siempre incluye un botiquín de primeros auxilios, un cargador portátil, una linterna y una copia de mis documentos importantes. También llevo un seguro de viaje, por si acaso.
Los momentos más memorables
Viajar sola me ha regalado algunos de los momentos más memorables de mi vida. Recuerdo una tarde en la Isla de Chiloé, cuando caminaba por las pasarelas de madera de Caleta Tortel. El sol se estaba poniendo, y el cielo se pintaba de tonos rosados y dorados. Me senté en un muelle y me quedé allí, admirando el paisaje y sintiendo una paz que no había experimentado antes. Ese momento de soledad y conexión con la naturaleza fue mágico.
Otro recuerdo que atesoro es mi visita al Parque Nacional Torres del Paine. Caminar sola por esos senderos imponentes me hizo sentir fuerte y capaz. Cada paso era una prueba de que podía enfrentar cualquier desafío, tanto en el viaje como en la vida.
Los desafíos y cómo los superé
Por supuesto, viajar sola no está exento de desafíos. Hubo momentos en los que me sentí vulnerable, como cuando me perdí en las calles de Valparaíso o cuando tuve que lidiar con un retraso en un vuelo. Pero cada desafío me enseñó algo nuevo sobre mí misma. Aprendí a ser más paciente, a resolver problemas sobre la marcha y a confiar en mi capacidad para salir adelante.
Uno de los mayores aprendizajes fue que no tengo que hacer todo sola. Pedir ayuda no es una debilidad, sino una muestra de fortaleza. En Punta Arenas, por ejemplo, me sentí abrumada por el frío y el viento, pero un grupo de lugareños me ayudó a encontrar un lugar cálido donde refugiarme. Esa experiencia me recordó la importancia de la comunidad, incluso cuando viajas sola.
Por qué todas las mujeres deberían viajar solas
Viajar sola como mujer no es solo una aventura, es una forma de empoderamiento. Te enseña a confiar en ti misma, a tomar decisiones y a disfrutar de tu propia compañía.
Es una oportunidad para descubrir quién eres, lejos de las expectativas de los demás.
Además, viajar sola te permite conectar de una manera más profunda con los lugares y las personas que encuentras en el camino. Sin distracciones, puedes vivir cada momento con mayor intensidad y apreciar los pequeños detalles que hacen que un viaje sea especial.
Mi mensaje para ti
Si estás pensando en viajar sola pero aún tienes dudas, quiero decirte esto: ¡Hazlo! No dejes que el miedo te detenga. Chile es un país seguro y lleno de gente amable, y estoy segura de que, como a mí, te sorprenderá la calidez y la belleza que encuentres en cada rincón.
Viajar sola no solo te llevará a lugares increíbles, sino que también te llevará a descubrir partes de ti misma que quizás no conocías. Y, al final del camino, te darás cuenta de que eres más fuerte, más valiente y más capaz de lo que creías.
Así que, ¿te animas a emprender tu propia aventura? Te aseguro que no te arrepentirás.
Camir Red
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